Que siempre existen tres enfoques en cada historia: mi verdad, tu verdad y la verdad.
Que puedo hacer algo por impulso y arrepentirme el resto de mi vida.
Que puedo hacer mucho más cosas de las que creo poder hacer.
Que requiere años desarrollar la confianza y un segundo destruirla.
Que existen personas que me quieren mucho, pero no saben expresarlo.
Que puedo hacer todo o nada con mi mejor amigo y siempre gozar el momento.
Que aunque quiera mucho a la gente, algunas personas no me devolverán ese amor.
Que si no controlo mi actitud, ella me controlará a mí.
Que es más importante que me perdone a mí mismo, a que otros que me perdonen.
Que no importa si mi corazón está herido; el mundo sigue girando.
Que es mucho mejor expresar mis sentimientos, que guardarlos dentro de mí.
Que no importan nuestras circunstancias; lo importante es cómo interpretamos nuestras circunstancias.
Que no podemos forzar a una persona a amarnos; únicamente podemos ser alguien que ama. El resto depende de los demás.
Que dos personas pueden observar la misma cosa y ver algo totalmente diferente.
Que las personas honestas tienen más éxito al paso del tiempo.
Que todos somos responsables de nuestros actos.
Que a veces las personas que menos esperamos, son las primeras en apoyarnos en los momentos más difíciles.
Que la madurez tiene que ver más con la experiencia que hemos vivido, y no tanto con los años que hemos cumplido.
Que hay dos días de cada semana por los que no debemos de preocuparnos: ayer y mañana. El único momento valioso es ahora.
Que toma mucho tiempo llegar a ser la persona que deseamos ser.
Que la pasión de un sentimiento desaparece rápidamente.
Que la violencia atrae más violencia.
Que decir una verdad a medias es peor que una mentira.
Que las personas que critican a los demás, también me criticarán cuando tengan la oportunidad.
Que hay mucho diferencia entre la perfección y la excelencia.
Que a un niño jamás se le debe decir que sus sueños son ridículos; ¿qué tal si nos cree?
Que no debemos competir contra lo mejor de otros, sino competir con lo mejor de nosotros.
Que podemos escribir o hablar de nuestros sentimientos, para aliviar mucho dolor.
Que las únicas cosas que valen la pena en la vida son: mi familia, mi fe, un grupo muy selecto de amigos y unas experiencias que me dieron crecimiento personal.
Que no importa que tan lejos he estado de Dios, Él siempre me vuelve a recibir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario